Hoy en día, el papel del profesor en el aula ha cambiado de tal forma que ya no poseemos todo el conocimiento sobre nuestra materia.
La miriada de información que Internet nos ofrece es superior a cualquier expectativa de hace unos años y, por tanto, debemos acoplarnos a esta nueva realidad. Debemos ser flexibles, moldeables y quitarnos la etiqueta de sabelotodo. En mi opinión, ya no somos "todopoderosos", necesitamos interactuar con los alumnos a un nivel distinto, hablando su mismo lenguaje y utilizando metodologías variadas, innovadoras y que creen nuevos pensamientos y formas de ver la nueva realidad. Los escalones entre profesor y alumno se han equiparado y en eso todavía somos novatos.
Nuestros infancia se desarrolló en el mundo natural, pero nuestros alumnos, y por supuesto nosotros, tienen también un mundo virtual lleno de posibilidades y, como no, de peligros.
¿Cuál es nuestra tarea? Pues la respuesta es sencilla, redefinamos nuestro papel pero no nuestra base. La educación siempre ha tenido por bandera crear personas felices, libres, pensadoras, equilibradas emocionalmente, actuadoras, comprometidas con el tiempo que les ha tocado vivir y capaces de aprender por sí mismos. Creo que la base sigue siendo la misma porque es una razón intrínseca al ser humano, pero tendremos que llegar a que tenga la base a través de nuevos métodos. Por ésto, es necesario que los docentes nos formemos y aprendamos nuevas estrategias como el tratamiento de contenido audiovisual y multimedia, su edición y publicación siguiendo las licencias oportunas
He aquí mi expectativa del curso #profetuber_INTEF.
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